Fue el día 28 de mayo de 1968 cuando a las doce de la noche llegó a la puerta de urgencias de la recién construida “Residencia Sanitaria General Primo de Rivera”, una mujer de 33 años de edad que presentaba una amenaza de aborto. Fue atendida por el médico residente Joaquín del Molino Fernández que efectuaba su primer servicio de guardia en aquel centro hospitalario. Tres horas más tarde, otra señora procedente de Setenil llegaba con un parto a término, a continuación otra mujer con un sangrado. Así comenzó la historia de aquel nuevo hospital de la carretera de circunvalación que venía a dar respuesta a las necesidades médicas y quirúrgicas de Jerez y su comarca, hasta entonces dependientes del decimonónico Hospital Municipal de Santa Isabel.
Durante los dos primeros meses de vida de este hospital, a la sazón dirigido por el Dr. Ucha Tolmos, solamente tenía en funcionamiento los servicios de Pediatría, Toco-ginecología y Análisis clínicos, después, paulatinamente se irían poniendo en marcha los de Medicina Interna, Traumatología, Cirugía, Anestesia, Radiología, Otorrinolaringología, Oftalmología y Urología, llegando en siete meses a registrar un total de 3.371 ingresos y una ocupación del 89 %Contaba aquel centro con una plantilla sanitaria de 36 médicos, 36 enfermeras y 19 auxiliares. A ello que había que añadir el personal de oficio, carpinteros, mecánicos y calefactores, así como administrativos, telefonistas, cocineros, celadores etc., que hacían un total de 170 personas en su plantilla. Su presupuesto económico ascendió durante el primer año a 25.249.000 pesetas, lo que suponía un coste por cama y día de 1.153 pesetas, ¡siete euros de los de ahora!
Años antes, y tras laboriosas gestiones del joven Alcalde de Jerez, Miguel Primo de Rivera y Urquijo, el Instituto Nacional de Previsión adquirió una parcela de 21.000 metros cuadrados en el ángulo formado por la carretera de Circunvalación y la de Trebujena, procediéndose a poner la primera piedra en abril de 1966, concluyéndose las obras a finales del año siguiente con un coste de 147 millones de pesetas. El 1 de julio de ese mismo año de 1968 el entonces ministro de Trabajo Sr. Romeo Gorría en una visita realizada a Jerez inauguraba solemnemente aquellas instalaciones hospitalarias para luego dirigirse al polígono industrial del El Portal y hacer lo propio en la nueva Azucarera allí construida. Más tarde y en el Ayuntamiento el ministro recibiría de manos del Alcalde la “Medalla de Oro de la Ciudad”.
La denominación de “Residencia Sanitaria” vino a suplir la de “Hospital” para tratar de borrar la imagen de aquellos viejos hospitales públicos, relacionados siempre con pobreza, sufrimiento y muerte. Hasta bien entrados los años setenta del pasado siglo XX, la mayoría de la gente sanaba o moría en su casa. Ingresar en un hospital público era lo último, siempre destinado a personas sin recursos o desahuciados. Tal era así, y aunque parezca mentira, muchos de los enfermos y sus familias no consentían ser trasladados en ambulancias para evitar la vergüenza de que vecinos o conocidos les vieran, por lo que estos vehículos quedaban restringidos para casos de extrema gravedad. En muchísimas ocasiones, cuando el estado de los pacientes era ya irreversible, las familias pedían el alta voluntaria para que así pudiesen morir en sus domicilios.
Grandes servicios aportó aquella Residencia a la ciudadanía, como el que prestó con motivo del trágico choque de trenes en las inmediaciones de El Cuervo en Julio de1972, en el que hubo que lamentar un centenar de muertos y otros tantos heridos graves. La disposición de emergencia que montó el hospital ante tan magna catástrofe fue auténticamente ejemplar. También deberemos reseñar, entre otros hitos, que fue aquí y en su servicio de traumatología dirigido por el recordado Dr. Antonio Uyá, donde se hizo la primera operación de implante de prótesis de cadera de las realizadas con éxito en España.
En esta primera década del siglo XXI, el Hospital de Jerez, heredero de aquella primitiva “Residencia Sanitaria”, cuenta con más de dos mil trabajadores que prestan servicio a sus 600 camas de hospitalización, así como a centenares de consultas ambulatorias y de urgencias cada día. Aunque no poseemos los últimos datos, su presupuesto debe superar en mucho los cien millones de euros anuales, y el coste por cama alrededor de los 500 euros diarios.
Antonio Mariscal Trujillo
Centro de Estudios Históricos Jerezanos
Fotografía: Hospital de Jerez en 1968
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