CORONA HUMANES, Francisco. Pedreras, Sevilla, 1882 – Jerez, 1959. Arcipreste.
Hijo de familia muy
humilde, pronto dio muestras de preocupación por cuantos necesitados le
rodeaban. Muy joven ingresó en el Seminario Diocesano de Sevilla, cursando allí
su carrera sacerdotal y obteniendo
después el doctorado en Teología.
Llegó a Jerez
en septiembre de 1919 para ocupar la plaza de párroco de Santiago. En principio
se instaló en una pobre pensión de la calle de la Merced. Posteriormente
estableció su domicilio en unas dependencias anejas de la propia iglesia de
Santiago.
Poco tardaron
en apreciar sus feligreses, sobre todo los más humildes y los de origen gitano,
las enormes virtudes tanto pastorales como humanas del nuevo cura, en un barrio
pobre como el de Santiago y en unos tiempos difíciles y de mucha carestía como
los que le tocó vivir, sobre todo tras la Guerra Civil. Su
vida estuvo dedicada por entero a sus feligreses enfermos, pobres y
necesitados. Su extraordinaria sencillez, su trato afable y su profunda
humildad, le hizo ganar rápidamente el cariño y el respeto de todos. Sería
prolijo relatar toda una trayectoria de servicio y entrega callada a los demás.
Sólo baste decir que, en los terribles tiempos de la posguerra, cuando se
carecía de todo, cuando el hambre y la enfermedad asolaban a la población, son
muchas las familias de gitanos que reconocen no haber sobrevivido sin la ayuda
del Padre Corona, quien obtenía de
mil formas y con mil argucias las ayudas necesarias en comida y ropa para los
más necesitados. El Cardenal de Sevilla, Arzobispo Segura Sáenz, conociendo los
enorme méritos de este párroco, se sirvió nombrarle Arcipreste de Jerez.
En junio de
1959 el Padre Corona recibió el
homenaje de sus feligreses al celebrar sus bodas de oro sacerdotales, en un
acto solemne al que asistieron todos los estamentos de la ciudad: autoridades,
clero, órdenes religiosas y el pueblo liso y llano le demostraron con este
motivo el cariño, respeto y veneración que se merecía.
Seis meses más tarde, el
24 de diciembre de ese mismo año, las campanas de Santiago y La Victoria anunciaban que
el Arcipreste Corona había muerto.
Su sepelio fue una de las mayores manifestaciones de pesar que se hayan
conocido en Jerez. Un sencillo ataúd a hombros de sus feligreses, quienes se
disputaban el honor de llevarlo, atravesó todo Jerez hasta la plaza de las
Angustias, para desde allí ser llevado a cementerio de la Merced. Una calle del
polígono de San Benito lleva su nombre.
Fuentes y bibl.: Marín Cabezas A. y cols., Santiago, la historia de Jerez
partiendo del barrio, Artes Gráficas Delcast, Jerez 1980. Otros testimonios
de familiares y personas que le conocieron.
Foto: Archivo familiar de Juan Hurtado
Corona.
Originario de PEDRERA (SEVILLA) de joven fue cuidador de pavos de granja, los dueños le pagaron sus estudios. yo Pablo José Corona Humanes, tengo el honor de llevar sus mismos apellidos, y vivir en su pueblo natal, de seguro ser familia suya.
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