Pozo de la Víbora en tiempos
pasados.
Archivo Natividad Pérez
|
Muy
antiguas son las referencias a este pozo situado al exterior de la antigua
Puerta de Rota de la vieja muralla, lugar conocido como Picadueña Baja. Tan
antigua son las noticias que ya a mediados del siglo XV en las actas
capitulares se cita un pozo situado en esta zona en el sentido de su reparación. Por su parte el historiador
Luis de Grandallana en su obra Monumentos
de Jerez nos habla en 1885 de una mina o galería que desde la Torre de
Riquelme llegaba hasta el Pozo de la Víbora.
Dicho pozo, actualmente cegado por
estar en el área de un colegio, dio popularmente su nombre a toda la zona de su
entorno. Una extraña denominación que dio lugar en tiempos pasados a toda clase
de leyendas, historias, crímenes y suicidios. A ser sinceros, desconocemos el
origen del apelativo “de la víbora” En
principio podría ser por haberse encontrado por allí algún ejemplar de este
reptil venenoso, aunque es difícil que ello ocurriera, ya que la mayoría de
este tipo de serpiente se da en el norte de la península, solamente hay una de
ellas que habita al sur, y lo hace en zonas arbóreas. Pero en fin, no es raro
que alguna inofensiva culebra por las inmediaciones del pozo apareciera y la
gente pensara que era peligrosa víbora.
Y ahora vamos a la leyenda, y decimos
leyenda porque el hecho de desconocerse a ciencia cierta si la historia que
vamos a relatar y que dio origen al nombre del pozo que aludimos ocurrió en
realidad.
La tradición popular cuenta, sin que se
sepa cuándo, que una mujer soltera y con
dos hijos fruto de relaciones ilícitas se enamoró perdidamente de un hombre, el
cual prometió desposarla con la condición que debería deshacerse de sus dos pequeños
hijos, dándolos en adopción a alguna familia o dejarlos en una inclusa. Como la
mujer no encontró quien se hiciera cargo de los niños, no vio otra solución que
arrojarlos al pozo donde las pobres criaturas se ahogaron. Al día siguiente la
mujer fue a ver al novio, y éste le preguntó que dónde había dejado a los
niños. Ella le contestó que no había encontrado a nadie que se hiciera cargo de
ellos y por lo tanto los había arrojado a un pozo. El hombre horrorizado al oír
aquello fue inmediatamente a denunciar el hecho a la autoridad. Los cadáveres
de los niños fueron sacados del pozo y la mujer apresada, juzgada y ejecutada.
¿Mito o realidad? nunca lo sabremos. Lo cierto es que una víbora con forma de
serpiente o de mujer quedó reflejada para siempre en este lugar.
Puedo contarte la realidad de esa historia, mi bisabuela fue la que intento tirar a sus dos hijos. Por desgracia mi abuelo fallecio pero su hermano sigue vivo y puede contrastar la historia.
ResponderEliminarEn la guerra civil mi bisabuelo fue arrestado y lo iban a ejecutar. Mi bisabuela y el carcelero se "enamoraron" y llegaron a un acuerdo. soltarian a mi bisabuelo si ella huía con el sola, sin hijos y no se le ocurrio otra cosa que tirar a los hijos al pozo, con tan buena suerte que la vieron y los abandono allí. Mi bisabuelo fue puesto en libertad y ella se marcho a madrid. Puedo darte algunos datos mas. Mi abuelo que en paz de descanse se llamaba jose flores montolla. Un saludo
Interesantísimo e inédito testimonio de primera mano, Muchas gracias Celia
ResponderEliminar