Santos Cosme y Damián, obra del escultor Ramón Chabeli. Museo del Convento Carmelita de Jerez. Foto: A. Mariscal
En 1932 un grupo de médicos, farmacéuticos y dentistas
deciden formar una asociación cuyos fines eran sobre todo la formación
continuada y actualización de sus conocimientos profesionales. Para ello
deciden rescatar en el tiempo una vieja cofradía gremial del siglo XVI que
llevaba el nombre de los santos patronos de los médicos y sangradores: los
santos Cosme y Damián que tuvo su primitiva sede en la iglesia de San Juan de
Letrán. De esta manera aquellos profesionales sanitarios reviven aquella
cofradía estableciendo su sede y capilla en la parroquia de San Dionisio. Sus
miembros estaban todos los relacionados con la sanidad: médicos, farmacéuticos,
odontólogos y auxiliares de éstos. Convirtiéndose así en una de las escasas hermandades
o cofradías de nuestra ciudad que, aunque confesional y con cultos religiosos
previstos en sus estatutos, sus fines no eran los habituales en estas
corporaciones religiosas tales como sacar una procesión en Semana Santa, sino
que prioritariamente eran académicos además de misericordiosos. Sus primitivos
estatutos del siglo XVI comenzaban así:
“En el nombre de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu
Santo y de la Virgen Santísima, madre señora y abogada nuestra, de cuio
purísimo vientre la segunda y Divina persona siendo Dios se hizo hombre para
nuestro remedio.
A quien la piadosa Congregación de los
Profesores del Arte de los Sangradores flobotonianos y demás profesores de la
Medisina naturales y vesinos desta fha Ciudad y fundadores de la hermandad
dicha de los gloriosos Santos San Cosme y San Damián. Con firme deseo pedimos nos de Grasia para
perseberar en su Santo servisio y asierto para con perfesion establesca y
aumenten esta nuestra hermandad que se dedica a exerser las obras de
Misericordia y ayudarnos unos a otros en nuestras enfermedades, necesidades y
aflisiones…” (Sic)
La primitiva Hermandad estaba compuesta por diversas
categorías de Hermanos, estos se dividían en Hermanos numerarios, Hermanos
adjuntos, Hermanos protectores, Hermanas adjuntas y Hermanas honorarias, estas
últimas deberían ser esposas o viudas de Hermanos numerarios. Los hermanos
numerarios se dividían a su vez en varios grupos, tales como: Apostólico y de
organización de cultos, de Academia para los asuntos profesionales y
deontológicos y Apostólico de obras de misericordia. Para poder pertenecer a la
Cofradía era necesario poseer el título de Medicina, Farmacia u Odontología, o
bien acreditar ser auxiliar de estos facultativos. Todos sus componentes tenían
el compromiso de visitar a otros hermanos de la Cofradía que estuvieran
enfermos o afligidos por alguna tribulación o desgracia, así como asistir a su
entierro en caso de fallecimiento.
Al refundarse aquella hermandad en el año 1932, se
introducen varias reformas en sus estatutos. Así, entre otros, se establece
para su sostenimiento económico una cuota de entrada, así como otra cuota mensual
entre sus componentes. También se establece que en actos oficiales y cultos
fuera preceptivo ostentar una medalla con la imagen de sus santos patronos,
cuyo cordón debería ser del color de la facultad en la que hubiesen cursado sus
estudios. Con motivo de la
Guerra Civil la
Hermandad quedó sin actividad, volviendo a reanudarla en
1944, esta vez con sede en la basílica de El Carmen.
En 1959 esta Hermandad es la encargada de organizar la
X Asamblea General de las Hermandades de
San Cosme y San Damián de España. La misma se celebra en Jerez durante los días
9 al 12 del mismo año A dicha asamblea acuden representantes de 34 hermandades.
El tema oficial de dicha asamblea sería
“La Deontología
en Medicina Preventiva”. En el transcurso de sus sesiones de trabajo fueron
numerosas las ponencias y comunicaciones sobre el tema. El último día los
congresistas girarían una visita a las ciudades de Cádiz y San Fernando
Conocimos en esa época como presidente al farmacéutico Onofre Lorente
Roldán, el cual sería relevado por el digestólogo Miguel A. Ruiz Badanelli, y
posteriormente en 1966 por el joven cirujano plástico Antonio Agarrado Porrúa,
este último presidió la
Hermandad hasta1976, año en el que sus actividades fueron
languideciendo hasta desaparecer.
Las
sesiones científicas en la última etapa de su funcionamiento se celebraban en
los salones de la
Pescadería Vieja , donde tenía su sede la Academia de San Dionisio,
para pasar más tarde a un salón de actos que la Caja de Ahorros de Jerez tenía en la plaza del
Caballo, donde se organizaban infinidad de conferencias, mesas redondas,
coloquios y proyecciones de documentales científico-médicos, etc., siempre tras
rezar la preces de rigor, estas a cargo del P. Ramón O.P. que fue su
consiliario en dicha época. A finales del mes de septiembre y coincidiendo con
la festividad de sus santos patronos, tras una misa solemne en la Basílica de
el Carmen, organizaban una cena de hermandad en la caseta del Casino Jerezano
del Parque González Hontoria o bien en el Club Nazaret. A dicha cena solían
asistir como invitados de honor el Alcalde de la ciudad y el Obispo de la
diócesis. En el transcurso de la misma se entregaba al ganador el “Premio de
Investigación” que cada año era convocado por esta entidad.
Con
respecto a la asistencia del Alcalde de la ciudad a la cena anual de esta
Hermandad, diremos que a mediados de los
años sesenta, siendo alcalde de Jerez Miguel Primo de Rivera y Urquijo, éste
asistió a la cena acompañado de su esposa embarazada de mellizos, los cuales al
nacer fueron bautizados con los nombres de Cosme y Damián en honor a los santos
patronos de la Hermandad.
En 1976 la
Hermandad de San Cosme y San Damián dejó de tener actividad y desapareció. Un
intento de reactivarla a principios del siglo XXI por el Dr. Miguel Lizaso
Solinís quedó sólo en intenciones con una conferencia en el salón de actos del
Casino Jerezano a cargo del neurocirujano Enrique Rubio. Los tiempos habían
cambiado.
Antonio Mariscal
Trujillo
C.E.H.J.
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