BELLIDO CARO, Rafael. Arcos de la Frontera , 1924 – Sevilla,
2004. Obispo de Jerez.
Nacido el 10 de marzo de
1924, estudió bachillerato en el colegio de Ntra. Señora de las Nieves de su
ciudad natal. Muy pronto sintió que su vocación iba por la vida religiosa, por
lo que a la edad de 17 años ingresó en el Seminario Metropolitano de Sevilla,
donde cursaría estudios de filosofía y teología, recibiendo la ordenación
sacerdotal de manos del cardenal arzobispo de Sevilla D. Pedro Segura Sáez.
Sus primeros
años de vida sacerdotal los pasa en Sanlúcar de Barrameda, donde fue profesor y
director del Seminario Menor de dicha ciudad y después del Colegio Nuestra
Señora de los Reyes en Bonanza. Posteriormente es destinado como párroco a la
de San Andrés en Sevilla. Pasó más tarde como profesor y formador al Seminario
Mayor de San Telmo, siendo designado a la vez delegado diocesano de suburbios y
consiliario de las ramas juveniles de Acción Católica Diocesana.
Durante 14
años fue capellán de las religiosas Irlandesas de Castilleja de la Cuesta y profesor numerario
de religión del Instituto San Isidoro de Sevilla. Pero su labor más destacada
en la capital hispalense fue la del apostolado seglar en sus distintas facetas.
Por un lado la Acción
Católica en el ámbito rural, y por otro, las hermandades y
cofradías, donde durante nueve años y como presidente adjunto de su Consejo,
desarrollaría una destacadísima labor.
El 1 de
diciembre de 1973, Pablo VI lo elevó a la prelatura nombrándole Obispo Auxiliar
de Sevilla con dedicación especial a la zona gaditana del Arzobispado
Hispalense. Fue consagrado por el cardenal D. José María Bueno Monreal el día
30 del mismo mes, en la parroquia de Santa María de Arcos, haciendo su entrada
oficial en la zona pastoral de Jerez el día de Reyes de 1974. Es a partir de
este momento cuando comienza a consolidarse lo que será la futura diócesis de
Jerez. En 1980 se crea por fin la nueva diócesis de Asidonia-Jerez y monseñor
Bellido pasará a ocupar el cargo de Obispo de la misma.
Veintiséis
años se mantuvo al frente de su ministerio en Jerez, destacándose siempre por
un profundo amor a todos los estamentos de la sociedad, muy especialmente a los
pobres, marginados, drogodependientes, parados y enfermos. Rafael Bellido fue
siempre un hombre bueno, sencillo, humilde, enemigo de pompas y boatos, querido
por la inmensa mayoría de sus feligreses y, también, por que no decirlo,
denostado por unos pocos que nunca comprendieron algunas de sus decisiones.
El 15 de
octubre de 1999 el Ayuntamiento de Jerez en un pleno extraordinario acordó
concederle el título de Hijo Adoptivo de la ciudad, en reconocimiento a los
méritos contraídos durante sus veinticinco años de ministerio. También acordó
rotular con su nombre una calle cercana a la Catedral.
De entre sus
escritos pastorales caben destacar: Iglesia en marcha, dividida en tres
partes (diciembre 1988, octubre 1997 y diciembre 1998); Sobre el diaconado
permanente en nuestra diócesis, (octubre 1992 y octubre 1993); y Reflexiones
sacerdotales, amén de su Carta del Obispo que puntualmente podíamos
leer cada domingo en la prensa local.
En 1999, al cumplir
75 años de edad, presentó al Papa su disponibilidad para ser sustituido en su
cargo en el momento que la
Santa Sede lo estimara oportuno. La sustitución tuvo lugar un
año después, cuando el 29 de junio de 2000 se dio a conocer la designación como
nuevo Obispo de la Diócesis
de Asidonia-Jerez de don Juan del Río Martín. A partir de ese momento, D.
Rafael Bellido fijó su residencia en un pequeño piso de Castilleja de la Cuesta en Sevilla donde
vivían sus hermanos. A finales de febrero de 2004, una dolencia cardiaca
requirió su ingreso en el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla,
donde fallecería el día 16 de marzo de ese mismo año, siendo enterrado junto a su madre en el Cementerio de la Merced. Desde diciembre de 2012 sus restos descasan en la Catedral de Jerez.
De mi libro: Jerezanos para la historia
De mi libro: Jerezanos para la historia
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